Thursday, March 10, 2005

VitÁcoRa de uNa mUjeR loBo... POrquE Yo???

ADVERTENCIA

Si quisiste abrir hoy este libro es porque estas decidida a volver a mirar el mundo a través de un cristal un tanto empañado... tal vez esta no sea una historia digna de contar, ni una historia sobre dragones y princesas (tal vez sí). Este es un simple relato empapado de locura e imaginación acerca de una mujer lobo que encandilada con el brillo de la luna mutaba en horrendos monstruos o en señoriales doncellas. Su futuro aún no estaba escrito, o por lo menos eso era lo que ella creía... no soportaba perder el control sobre su destino y se contentaba con soñarlo noche tras noche.
Ajustá bien tus ideas y agarrate fuerte a tu silla: historia de alto voltaje...


No esperaba que hoy lo comprendieras... aguardaba somnolienta tendida en el pasto, sumergida en algún pensamiento lejano. Sus ojos descansaban sobre las estrellas mientras masticaba el cabo de una yerba desconocida ¿Dónde estaría? Por sus venas corría la sangre tibia y en el silencio de la interminable noche sentía como su respiración acompañaba el sonido incansable de los grillos.
Todavía le dolía un poco ese último adiós, y la incertidumbre del próximo encuentro hacía que su estómago se revolviera una y otra vez.
Soñaba repetidas veces con esa ceremonia secreta y sabía que solo ella era dueña del más íntimo enigma de su espíritu.
Se rascó la cabeza y encendió un alargado cigarrillo... disfrutaba una a una cada bocanada mientras perdida intentaba comprender el vacío.
En ese momento se sintió conectada al universo, o mejor dicho desconectada sideralmente a esa realidad que la sacudía.
Mujer luna se embriagaba observando esa figura plateada. Sus cabellos renegridos arrancaban la oscuridad nocturna y entregada a ese vacío se dejó caer infinita, internada en un insalvable abismo... se sentía una basura.
Quería combatir la felicidad aunque de vez en cuando, anhelaba mutar con todas sus fuerzas. Era el destino, pero ella sabía que nada estaba escrito y antagónicamente luchaba entre la bestia y la princesa. Sus entrañas ansiaban algo más... quería devorar el mundo y evitar una indigestión. Su pelo revuelto era consecuencia de aquel frenesí por el que atravesaba su ser... una constante guerra, un inagotable búsqueda. Una búsqueda en la que todo vale, hasta morir en el intento... Y así escupió su último suspiro y se entregó al universo.


Extractos de una mente demente!